La conocen como la primera Carmela de Chile o como Marianela, la famosa cantante; sin embargo, esta mujer multifacética es mucho más que estos dos personajes. Carmen Barros es actriz, cantante de jazz, de ópera y de música popular, dramaturga, directora de teatro y profesora de percepción actoral, dicción, proyección vocal y madre de tres hijos.
Carmen nació en Santiago en 1925, su padre era militar que destinaban constantemente a misiones en distintos territorios, por lo que nunca vivió más de siete meses en un lugar, por ende, se cambió muchas veces de colegio y se tuvo que adaptar constantemente a nuevas personas, nuevas culturas, nuevas formas. Pasó parte de su niñez en Lima cuando él fue agregado militar en Perú. Recibió clases de piano desde niña en ahí junto a su hermano, Tobías, y mostró un interés también temprano por la ópera. Lo cual reforzó en su regreso a Chile con las lecciones tomadas con Gaudio Mansueto, un cantante italiano.
Su siguiente destino fue Europa, en 1940, pues nombraron a su padre como embajador en Alemania. Por esta razón, Carmen vivió en Berlín durante casi cuatro años, en plena Guerra Mundial. Trató de retomar sus estudios en un colegio alemán, pero optó por retirarse y tomar clases particulares en la casa. Nunca terminó los estudios. En Berlín reanudó los estudios de piano con Jenny Krause, hija de Martin Krause, quien fuera el maestro alemán de Rosita Renard. Y tras la ruptura de relaciones entre ambos países, un año antes del fin de la guerra la familia volvió a Chile, a comienzos de 1944.
Vuelve a Chile a los 19 años, y Santiago del Campo le ofreció cantar en la radio, debutando bajo el seudónimo de Marianela, comenzado su carrera como cantante. Trabajó en Radio Agricultura, Corporación y Minería. En 1946 vino un elenco del Metropolitan de Nueva York con Fidelio, una ópera de Beethoven, y la invitaron a participar. Fue uno de los grandes éxitos del Teatro Municipal. Incluso le ofrecieron irse a Nueva York, pero no quiso irse pues ya había estado mucho tiempo fuera.
Fue la época de su debut fílmico, al aparecer en la película «Bajo un cielo de gloria» (1944) con su característica radial «Amorcito mío» grabada con la orquesta de Federico Ojeda. Para otra película, «Música en tu corazón» (1946), de Miguel Frank. En 1950 fue una de las ganadoras de los primeros premios Caupolicán, otorgados por la Asociación de Cronistas de Cine, Teatro y Radio, en la categoría de Cantante Femenina.
Su hermano fue el creador del Teatro de Bolsillo, y la invitó a participar de la obra “Carlos y Ana”, que protagonizaron juntos. Desde ahí no dejó más la actuación, combinando el canto con el teatro, hasta que a su padre lo nombraron embajador en Italia y se fue con su marido y sus tres hijos a ver qué pasaba allá. Vivió en Viena y la llamaron para hacer un protagónico en la Ópera de Bruselas.
Finalmente, volvió a Chile en 1957. En 1960 interpretó a Carmela en la popular comedia musical chilena “La pérgola de las flores” de Isidora Aguirre. Existía un antecedente directo del éxito de «La Pérgola de las Flores»: dos años antes, Carmen Barros debutó como compositora en la obra «Esta señorita Trini» (1958), conocida como la primera comedia musical chilena y creada junto al dramaturgo Luis Alberto Heiremans, en la que ella es autora de la música.
La década siguiente marcó la llegada de la televisión, y la actriz protagonizó allí un nuevo encuentro entre actuación y canto, esta vez con Los Gatos, grupo que formó en 1965. Entre 1967 y 1968 la cantante trabajó en Buenos Aires, otra vez con su hermano, en una comedia musical y en presentaciones en el programa del animador Raúl Matas. Volvió al cine en la película chilena «La casa en que vivimos» (1970), de Patricio Kaulen.
Para el Golpe de Estado, Carmen dejó el país, y se fue a trabajar a Kenia como funcionaria para Naciones Unidas durante diez años. Regresó a Chile en 1982 y para ese entonces estaba desarrollándose el boom de las telenovelas, en las que se incorporó rápidamente.
Carmen Barros recibió los 2000 con otra incursión fílmica en el largometraje La fiebre del loco (2001), de Andrés Wood, y sumó a su historial en el teatro su más reciente obra, Mi Marilyn Monroe (2010), un monólogo del dramaturgo Alejandro Goic donde encarna a sus 87 años a una Marilyn de esa edad. Ese mismo año Carmen recibe el Premio APES por su trayectoria artística y en los premios Altazor de 2011 el montaje obtuvo una nominación para ella como actriz. En agosto 2012, con una presentación en el Festival de Teatro Nuevo León en Monterrey, México, Carmen Barros hizo el estreno internacional de esta obra en la que actúa, baila y canta.
Actualmente vive en Santiago de Chile y a sus 95 años sigue creando.