A veces basta solo con un momento de atreverse a probar algo nuevo, para que nazca un camino distinto en la vida. Así pasaban los últimos años de la década del cuarenta cuando la profesora se convirtió en actriz.
Carmen Bunster es hija de Otilia Briceño Vásquez y César Bunster Calderón, nació el 6 de enero de 1918, tuvo cinco hermanos y hermanas. Creció en una familia muy culta en la que la pedagogía estaba muy presente pues su padre era profesor. También les gustaba el teatro, por lo que estuvo desde niña muy cerca de los escenarios. Sin embargo, decidió estudiar el bachillerato en Historia y Letras con el puntaje más alto de su promoción y se graduó en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, como profesora de Castellano y Filosofía.
Al graduarse comenzó a dar clases en la Escuela Normal N°1. Hasta que un grupo de jóvenes sin muchos recursos, pero con mucha pasión por el teatro, formaron el Teatro Libre (agrupación de la que surgieron grandes actores que formaron parte de los grupos de la Universidad Católica y de la Universidad de Chile) y la invitaron a dictar unas clases de historia del teatro, las cuales ella aceptó. Allí participó en la audición para el montaje Aceite, de Eugene O’Neill. Todos quedaron impactados con el talento de Bunster.
Y así inició un nuevo rumbo que no solo la llevó a brillar en el teatro, sino también en la televisión, la radio e, incluso, el cine. Y que le permitió recorrer Chile, Argentina, Uruguay, México, California, Nueva York y Costa Rica. A partir de 1951 formó parte del Teatro Profesional de la Universidad de Chile, fundado en 1941 –que en sus comienzos se llamó Teatro Experimental de la Universidad de Chile-.
En 1973 Carmen partió al exilio, debido al Golpe de Estado, dejando Chile para siempre. Ese mismo año, antes de partir, grabó el disco “Canto para una semilla”, realizado junto a Isabel Parra y el grupo Inti Illimani, una cantata compuesta por Luis Advis en base a textos de Violeta Parra.
Vivió en distintos países en los cuales continuó con su carrera como actriz, siendo parte de diversos trabajos para teatro, cine y televisión, entre ellos, la película «Alsino y el Cóndor», nominada al Oscar.
Carmen interpretó más de setenta obras teatrales además de sus actividades cinematográficas, radiofónicas y docentes. Se radicó finalmente en Costa Rica, donde el 16 de diciembre de 2003 fue reconocida con el Premio a la trayectoria por la Unión de Teatros Independientes (UTI). En este país vivió hasta su muerte, el 23 de abril de 2012.