Ilustración: Marcela "Maliki" Trujillo
Biografía: Samka Durán

Gabriela Roepke

Actriz, dramaturga y docente
1920 – 2013

Gabriela Roepke, es hija de una familia de intelectuales que data del siglo XIX. Su madre la bautizó Gabriela en honor a su gran amiga, Gabriela Mistral (importante al considerarlo una acción de reconocimiento entre las mismas mujeres que construían precedentes de un nuevo espacio social).

Desde pequeña fue amante de las artes y dueña de un deseo de querer profundizar e ir más allá. Roepke llevó a cabo una gran carrera en el mundo del teatro y académico, abriendo caminos a quienes se interesan por la profesionalización del arte escénico y óperatico.

En 1943, la Universidad Católica decidió montar una obra religiosa en homenaje al Papa Pio XII, eligiendo la obra “El Peregrino”. Su rector Monseñor Carlos Casanueva le asigna la dirección a Pedro Orthustegui. Para la formación del equipo artístico, Pedro confía en sus amigos más próximos y con la misma pasión por las artes que él. Bajo esta convicción llama a Gabriela como actriz y a los estudiantes de arquitectura Fernando Debesa y Teodoro Lowey. Luego de la realización del montaje “El Peregrino”, Pedro, Fernando y Gabriela, se van de vacaciones al campo para reflexionar en torno a la calidad de la escena nacional concluyendo que, aparte del teatro Experimental de la Universidad de Chile, las obras creadas en Chile eran de bajo nivel, donde no se podían montar clásicos universales o del teatro chileno. Por lo que decidieron crear el Teatro de Ensayo, bajo el alero de la Universidad Católica.

Luego de obtener experiencia, comenzó sus estudios en la Pontífice Universidad Católica de Chile, y los continuó en las Universidades de La Sorbonne y North Caroline. Con estos estudios se perfeccionó en artes escénicas, donde logró refinar su dramaturgia enfocada en la psicología de sus personajes y universalizar sus creaciones sin perder el estrecho vínculo entre arte y realidad.

Entre 1967 y 1968, Gabriela Roepke residió como profesora visitante en la Universidad de Kansas, Lawrence, Estados Unidos. En la misma época se estrenaron dos de sus obras cortas por el grupo de estudiantes de Louisiana State University. Su recorrido la llevó a ser una de las grandes representantes de la dramaturgia nacional, siendo parte de la generación literaria del 50 tal como sus colegas Isidora Aguirre y María Asunción Requena. Sus obras fueron parte de la cartelera santiaguina y neoyorquina, entre 1955 y 1965.

Ha escrito quince obras y todas se han llevado a escena. “Una mariposa blanca” se transformó en ópera y en 1958 se estrenó en Nueva York. Posteriormente, escribió “La telaraña”, drama psicológico policial y la farsa en un acto “Los peligros de la buena literatura”. A éstas le siguió “Juegos silenciosos”, una obra de corte mitológico. A radicarse en Norteamérica llegó en 1966, invitada para hacer clases en la Universidad de Kansas. Estuvo dos años y luego se fue a Nueva York, donde enseñó en el Philadelphia College of Performing Art por más de 25 años e impartió sus cursos de ópera en el New School de Nueva York. Gabriela también incursionó en la poesía. Publicó “Primeras canciones” (1944) y “Jardín solo” (1947).

Comentó que a veces se sintió sola, pero siempre hay que optar y ella había optado por su profesión. No se casó, no tuvo hijos ni hijas y falleció en noviembre del año 2013, pero su visión, pasión y trabajo, la mantienen vigente hasta hoy y la hicieron ser parte de prestigiosas casas de estudios artísticas en Estados Unidos y cofundadora del teatro de ensayo de la Universidad Católica, siendo una prestigiosa académica, investigadora y dramaturga.

Fuente(s): 

Memoria Chilena

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