Cofundadora de la primera compañía chilena de danza independiente de Chile, Gaby Concha es una bailarina y coreógrafa con una gran trayectoria.
Es hija de Lea Mourgues Bernard y Augusto Concha Corvalán, y tiene una hermana mayor llamada Carmen. En su casa se valoraba mucho el arte gracias a que su mamá era profesora.
Lea siempre involucró a sus hijas y familia en sus procesos creativos de murales y cuadros, obras que aún son conservadas. Gaby, desde muy temprana edad gustaba de aprender e investigar en diferentes áreas y desafíos. Inició estudiando danza española con Argentina Torré, quien hacía clases en su liceo cuando apenas tenía diez años, eso la motivó a querer conocer la variedad de danzas regionales y seguir investigando y experimentando en las artes escénicas. Entró a la escuela de danza a los 13 años.
Gaby y otras alumnas de Torré, incentivadas por esta, llegaron al Instituto de Extensión Musical a rendir el examen de admisión, dicha audición fue el punto decisivo para que decidiera su propio camino. En el año 1958 Gaby ingresó a la escuela de danza. En 1964 formó Trío 65, la primera compañía chilena de danza independiente junto a las bailarinas Rosa Celis y Carmen Bunster. Ese mismo año comenzó a dictar clases en la Casa de la Cultura de Ñuñoa, trabajando en conjunto con directores renombrados del área de la danza, tales como Joan Turner y Alfonso Unanue, quienes siempre la estimularon a crear y presentar junto a sus alumnos dichas obras; dentro de este contexto nace “Máquinas”, su primera creación, que mostrada en la Casa de la Cultura daba cuenta de su inquietud por mostrar una visión más personal.
En 1966, Gaby recibe la noticia que había salido favorecida con la beca Fulbright para estudios de danza en Nueva York y, a mediados de ese año emprende vuelo. La beca contemplaba estudios de danza en la escuela de Martha Graham. Malucha Solari, bailarina, docente y creadora del Ballet de Cámara fue quien Gaby reconoció más tarde como posibilitadora de su beca.
Desde septiembre de 1966 a julio de 1968 asiste entonces a clases en la Martha Graham School of Contemporary Dance. Paralelamente, asistió en noviembre de ese año a clases de Técnica Moderna en Merce Cunningham Dance Foundation y en diciembre a un curso intensivo en el 90, en este mismo lugar, en octubre de 1966 tomó clases de Técnica con Albert Hitching y de Jazz en June Taylor Academy.
En octubre de 1967 participó como intérprete en el recital de nuevos coreógrafos en el Cooper Unión for Advancement of Science and Art División of Education. En diciembre de ese mismo año, participó en el Décimo Tercer Concierto de Nuevos Coreógrafos, como intérprete y coreógrafa en el Clark Center for Performing Arts.
Al volver a Chile el año 1969, comenzó a dar clases en la Escuela de Danza de la Universidad de Chile, haciéndose cargo de la dirección del Ballet de Cámara (BALCA). El trabajo en el BALCA vio frustradas sus expectativas en el año 1974 cuando, luego del Golpe Militar, les hacen integrarse al Ballet Nacional. Su ideal de avanzar por un camino de más libertad se vio rota en los dos años siguientes, con la sensación de que al estar vinculada al Ballet Nacional, estaba haciendo algo que no llenaba sus expectativas profesionales.
Además, el contexto y el plano familiar le generaron dificultades en el proceso de creación y crianza. En 1976 Gaby se vio ante la problemática de la inflexibilidad de horarios y normas familiares y sociales, con esas razones y situaciones, se hizo imposible seguir con el proyecto de BALCA y, por consecuencia, tuvo que abandonar la agrupación. Es así que la agrupación se vio ante la decisión de desarticularse, según la artista, este fue uno de sus procesos más dolorosos. Desde 1979 fue profesora en los cursos regulares e intensivos de danza, en el Centro Cultural Los Andes, hasta 1983.
Junto con la llegada del nuevo milenio, Gaby y su familia deciden alejarse de la capital e irse a un lugar ubicado al interior de Curicó. En esa ciudad Gaby, recién llegada, impartió durante tres años clases en la Universidad Católica del Maule. Durante el año 2001 se encuentra con la disciplina de la Sofrología, una herramienta muy apropiada para ofrecer una instancia de relajación e integración y, comienza así a ayudar a los internos de la cárcel de Curicó.
El 20 de diciembre del año 2005, la Ilustre Municipalidad de Santiago la sorprende gratamente con un premio a su trayectoria. Gaby, junto a otros profesionales de la danza, participa en la formación de la Agrupación del Maule y para luego impartir un curso de Gestión Cultural en la Universidad Católica de la misma región.