Ester Cosani

Rita Ester Cosani Sologuren, o Ester Cosani, que fue el apodo con el que se dio a conocer en la esfera pública como pionera de la ilustración, la historieta y la literatura infantil en Chile. Aunque Ester nació el año 1914 en Arica, pasó la mayor parte de su niñez y juventud en Tacna, en compañía de su abuela, producto de los constantes viajes de trabajo de su padre. Realizó sus estudios básicos en Lima, en donde se sumergió en lo mejor de la literatura peruana e hispanoamericana. Al regresar a Chile en 1938, y a la edad de 24 años, Ester publica su primera obra titulada “Leyendas de la vieja casa”, un conjunto de cuentos en donde se retrata, desde una óptica cercana, las historias y los misterios que esconde la vida en el norte.
 
Posterior a ello, publica “Leyenda de la Quena”, en el año 1939, tomando en consideración elementos de las culturas originarias del territorio norte, así como también algunos apartados de cultura criolla. En adelante comienza a publicar de forma continua algunos cuentos como “Para saber y contar”, también en el año 1939; “Las desventuras de Andrajo”, en 1942; “Cuentos a Pelusa”, en 1943; y “Cuentos a Beatriz”, publicado en el año 1957, una recopilación de historias, fábulas y relatos que Ester le contaba a su hija Beatriz.
 
La década del cuarenta fue un período sumamente fecundo en su carrera. Su labor de dibujante comienza en paralelo a su trabajo como escritora, ilustrando en la revista “El Colegial” una serie de portadas e historietas orientadas a un público infantil y juvenil. En esta revista alcanza a publicar algunos relatos de su autoría también.
 
En 1942, se lanza a la aventura de ilustrar su propio libro, una novela un poco más larga, llamada “Las desventuras de Andrajo”, trabajo que gozó de una gran popularidad. Del mismo modo, durante este mismo período Ester se desempeña como redactora de las revistas “Vea” y “Zig-Zag”, alcanzando la cúspide de su carrera literaria en el momento en que se hace parte de la constitución de la Alianza de Dibujantes de Chile, en 1941, junto con las escritoras e ilustradoras Carmen Eysaud, Elizabeth Wilkens y Elena Poirier, declarando así sus principales motivaciones. La constitución de dicha agrupación ha sido considerada un hito fundamental en la historia de los dibujantes en Chile, al presentarse como un momento de afianzamiento y unión de los profesionales del dibujo en pos de sus necesidades y demandas.
 
Pero el área de la escritura y el dibujo no fueron los únicos aspectos en los que Ester se destacó. Una de las disciplinas por las que Cosani sentía más fascinación era el teatro, pasando grandes temporadas escribiendo y diseñando diferentes obras de teatro que podrían ser interpretadas para un público infantil y también adulto. Para el año 1951, Ester Cosani gana el Premio de la Dirección del Teatro Nacional, por su obra “La casa de las ratas”, en donde se destaca su creatividad y el uso de su talento como comunicadora.
 
En su compromiso con el desarrollo lector de las infancias en Chile, Ester desarrolló también un programa radial dedicado exclusivamente a ellos, llamado “La cajita de música”, en donde se tocaba música infantil y se invitaban a músicos, oradores y cuentistas a participar de él.
Ester Cosani es, sin lugar a duda, una mujer excepcional comprometida con el respeto y desarrollo de la infancia en Chile, y la promoción lectora con ese fin.