Ilustración: Marcela "Maliki" Trujillo
Biografía: Gabriela Albornoz

Gertrudis de Moses

Fotógrafa
1901 - 1996

Las vicisitudes, tragedias y dificultades a las que una persona se puede enfrentar se convierten en experiencias que marcan nuestras vidas profundamente, pero que, a su vez, también nos pueden permitir volver a empezar desde cero, transformar nuestras vida y luchar por algo a lo que nos hemos aferrado profundamente, y lograr que de esa lucha emerjan hermosos frutos que cosechar. En este sentido, la vida de Gertrudis ha estado marcada por el trágico contexto histórico que vivió, pero que le permitió desarrollar aquello que la apasionaba y que la convirtió en la destacada artista que tuvimos la suerte de tener en el país.

Gertrudis nació en Brandenburgo, Alemania, el 27 de enero de 1901, en el seno de una familia de comerciantes judíos. Cuando Gertrudis tenía tan solo 13 años estalló la Primera Guerra Mundial y el inicio de una dolorosa y fatídica discriminación por sus orígenes judíos, así como de la constante exclusión de distintos espacios en los que participaba. A pesar de las dificultades durante su niñez y juventud, Gertrudis recibió una cuidadosa educación, siendo asiduos con su familia a asistir a los eventos culturales de la época. Gracias a este bagaje artístico, Gertrudis aprendió  fotografía siendo muy pequeña. A los trece años recibió su primera cámara fotográfica de regalo y aprendió las técnicas necesarias para fotografiar de manera autodidacta, revelando sus fotos utilizando placas de vidrios sobre madera, las cuales exponía al sol hasta que la imagen aparecía. Gertrudis descubrió prontamente las posibilidades que la cámara le otorgaba y comenzó a fotografiar paisajes y a realizar retratos a sus familiares y amigos, adoptando la línea del pictorialismo a muy temprana edad.

Gertrudis estudió música en Munich y en el año 1923 se casó con Ricardo Moses Rosenberg, con quien tuvo cuatro hijos. Durante la década del treinta, Gertrudis vivió la persecución nazi en Alemania, es por que eso antes de iniciar la Segunda Guerra Mundial, en el año 1938, decidió viajar a Chile junto a su familia, llegando a Valparaíso y luego trasladándose a Santiago, donde estableció su residencia definitiva. Se radicó en la comuna de Ñuñoa y en su propia casa, Gertrudis abre el estudio fotográfico “Mignon”, en el cual realizaba retratos familiares y religiosos como un oficio para poder mantener a su familia.

Gertrudis comenzó a frecuentar los círculos de fotógrafos y se convirtió en una de las primeras socias fundadoras del Foto Cine Club de Chile, participando de sus salones de exposición con un línea de fotografía documental.

Esta línea de trabajo cambia hacia la década de los sesenta, momento en que Gertrudis comienza a explorar y experimentar nuevos y diferentes lenguajes artísticos, utilizando las técnicas de doble exposición, del fotomontaje y del collage de manera combinada, lo que le permite realizar imágenes que, artísticamente, estuvieron asociadas al movimiento surrealista de principios del siglo XX.

Gertrudis comenzó a trabajar en su obras algunos temas asociados al inconsciente, desarrollando un notorio contenido psicológico en sus fotografías, retratando los sueños, el miedo, la represión, los sentimientos, la materia y la inteligencia humana entre otros tópicos. A partir de estos temas, Gertrudis comenzó a trabajar de forma pionera con el desnudo y con el cuerpo humano como significante, como campo de batalla y como territorio de poder y dominación, abordando, por medio de sus fotografías, al género como una construcción social. Además, trabajó paisajes, retratos, composiciones geométricas, abstracciones figurativas y escenas surrealistas.

En el trabajo de Gertrudis, podemos observar cómo la creación artística nos permite poder canalizar nuestro sentir, ayudando a enfrentar nuestras emociones y nuestro mundo interior. Agregando a la tragedia familiar que vivió a temprana edad, Gertrudis se tuvo que enfrentar a la muerte de su esposo y de su hijo mayor al poco tiempo de llegar a Chile, por lo que su pasión por la fotografía le ayudó a canalizar todos aquellos sentimientos que la desbordaban y que se reflejaban en su trabajo. Las experiencias vividas por Gertrudis le permitieron fortalecer su creatividad artística y su trayectoria profesional, la cual quedó expresada en sus memorias del año 1989, llamadas “Stroll, Memories of a Photographer”.

Gertrudis fue una pionera en la fotografía nacional, lo cual le valió una serie de reconocimientos, premios y distinciones tanto en Chile como en el extranjero, y que le permitió exponer sus obras en distintos centros culturales nacionales, e, incluso, tener una colección  permanente en el Museo de Bellas Artes de Santiago.

Fuente(s): 

Rectángulo en el ojo

MNBA

CENFOTO UDP

CCLM

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