Ilustración: Sol Díaz
Biografía: Gabriela Albornoz

Matilde Pérez

Artista Cinética
1916 - 2014

Integrante del “Grupo Rectángulo”, junto con Elsa Bolívar, Ximena Cristi, Maruja Pineda, entre otras y otros, Matilde Pérez fue una artista visual y escultora excepcional. Nacida en 1916 en Santiago (aunque en sus biografías ella refiere su fecha de nacimiento al año 1920), abrió nuevos rumbos para el arte pictórico y la instalación en Chile, explorando e investigando en las áreas de la escultura, la instalación, el dibujo mural, entre otras técnicas.
 
Matilde fue precursora, tanto en el escenario artístico nacional como latinoamericano, del nombrado “arte cinético”, una corriente artística que buscaba explorar diferentes técnicas a la luz de las aportaciones que entregaban los principios de la física cuántica, los estudios de fenómenos lumínicos y la percepción del ojo humano. A pesar de lo importante de sus aportaciones, en sus comienzos el escenario artístico fue reacio a las innovadoras ideas de Matilde, en particular, y del arte cinético en general. Debió resistir en un ambiente que no solo estaba dominado por hombres, sino también por un ambiente que tendía al conservadurismo de las técnicas y de las formas.
 
Realizó sus estudios en la Academia de Bellas Artes, en donde se desempeñó como pintora figurativa, emergiendo en conjunto con la Generación del Cuarenta. También, comenzó a desarrollarse en el ámbito del mural junto con Laureano Guevara, inspirada por la simplificación de las formas ante las grandes dimensiones que el muralismo ofrecía. Audaz y siempre curiosa, Matilde comenzó a indagar en nuevos lenguajes plásticos, adhiriendo así al “Grupo de los Cinco”, un agrupación de artistas inconformes con el escenario artístico en el que se rodeaban, el cual derivó en el “Grupo Rectángulo”, conformado mayoritariamente por mujeres, quienes basaban su expresión en la abstracción geométrica. Allí Matilde concentró sus esfuerzos en el dibujo, perfeccionando al máximo la forma y el color.
 
A medida que su carrera artística avanzaba, Matilde fue reconocida con una beca de estudios en París durante doce meses. Durante este período se generó una apertura a un nuevo camino en la pintura, remeciendo su carrera artística al vincularse en constantes colaboraciones con el pintor cinético Victor Vasarely y el Grupo de Investigación de Arte Visual (Group de Recherches d’Art Visuel). Vasarey la invitó a extender su estancia unos meses más para trabajar en conjunto, facilitando algunos escritos que le permitieron interiorizarse mejor en el planteamiento cinético.
 
Al regresar a Chile, Matilde sufrió la incomprensión del medio ante su propuesta artística. Pero ello no la detuvo, y siguió trabajando en su taller con el convencimiento de que el arte cinético era la corriente artística en la cual quería desarrollarse. Sus investigaciones cinéticas y el manejo del color la sostuvieron en el original camino que ella había elegido, logrando con el tiempo el reconocimiento adecuado y a ubicarla en un lugar fundamental de las artes visuales en Chile, con un férreo compromiso por la vinculación de obra y el espectador. Sus obras, son un deleite que hace nos adentremos en el mundo de las posibilidades a través del movimiento, los efectos de ilusión ópticos, y del uso de la electricidad.

Fuente(s): 

MNBA

Memoria Chilena

Portal del Arte

Palabra Pública

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