Clara Solovera

Nació en 1909 y es reconocida como una importante compositora de música de raíz folclórica y popular chilena, autora de tonadas y rondas infantiles. Su vocación, además, la llevó por el camino de la pedagogía y la poesía. Es recordada hasta la actualidad por su escritura de versos que han sido musicalizados por variados artistas y conjuntos chilenos.
 
Sus inicios se enmarcan en su interés por la lengua castellana y las palabras, lo que la llevó a escribir poesía desde temprana edad. Esto marca un primer antecedente dentro de su carrera como escritora, llevándola a ejercer su primera vocación: la pedagogía, haciendo clases de castellano.
 
Su labor compositiva fue fuertemente motivada desde 1948, cuando empezó a escribir influenciada y apoyada por Porfirio Díaz, Vicente Bianchi y José Goles, destacados compositores chilenos; quienes transcribieron, armonizaron y arreglaron muchas de sus canciones.
 
Sus obras aún resuenan en el imaginario colectivo, como “Chile Lindo”, “Mata de arrayán florido” y “Álamo guacho” (ganadora del primer lugar en la competencia folclórica en 1963 en el Festival de la Canción de Viña del Mar). Además, varias de ellas se encuentran publicadas en libros como Panorama del Cuento Chileno (1933), Borriquito de Belén (1965), Rondas y Canciones Infantiles (2009) y Poemas y Rondas de Clarita (2009).
 
Pese a que ella misma hacía hincapié en que sus creaciones no provenían de recopilaciones del saber y la cultura popular, sino de su propia intuición e imaginación, ha sido asociada naturalmente al folclor. Ha sido ampliamente investigada y referenciada tanto en literatura como en música, su composición de tonadas ha poblado el patrimonio musical chileno y gran parte de su obra ha sido declarada como material didáctico auxiliar de la educación musical chilena.
 
Pero su labor no solo fue fundamental en lo musical, su participación en la actividad gremial fue sumamente relevante. Participó activamente de organizaciones sindicales de músicos y ya en 1950 fue vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Autores y Compositores, y en 1967 fue presidenta de la Corporación de Autores y Compositores de Chile.
 
Si bien no poseía estudios formales en música, logró dominar la instrumentalidad de la guitarra de forma autodidacta. Ella misma declaraba no pensar en versos ni melodías, sino que sus ideas surgían solas y en cualquier momento.
 
Esta destacada escritora, música y poetisa chilena murió en 1992, habiendo inscrito 61 tonadas en las dependencias del derecho de autor chileno. Recibió muchas distinciones en vida. Actualmente sigue recibiendo reconocimiento póstumo, su nombre aún resuena en agrupaciones, instituciones, calles y poblaciones de todo el país. La recordamos por su inmenso mérito y trabajo, por su gran bagaje creativo y por abrir camino a muchas artistas chilenas.