Cantar a lo Derlinda. Probablemente ustedes no lo han escuchado, pero si les preguntan a sus abuelos y abuelas, les responderán que era la forma de referirse a alguien que cantaba de manera similar a la gran Derlinda Araya, una de las primeras artistas en grabar folclor chileno y a la que Margot Loyola definió dentro de los precursores y precursoras del cantar criollo, en el libro La tonada: testimonios para el futuro.
Nacida en 1895 en Chañaral, ciudad ubicada en Atacama, vivió y desarrolló su arte en la región hasta que en la década del treinta del nuevo siglo, decidió trasladarse a Santiago. Una vez en la capital, desarrolló una exitosa carrera como cantante en programas de radio, siendo una de las artistas que recibía más cartas, la más popular, gracias a su talento y carisma. La mayoría de esas epístolas fueron escritas desde pequeños lugares del territorio nacional y muchas otras desde el extranjero, se cuenta en el libro Historia Social de la Música Popular en Chile (1900-1950).
También por esos años, en paralelo a su carrera radiofónica, comenzó con la grabación de discos, algunos junto al conjunto Los Provincianos— y de los que existen escasos registros. En 1943 editó un álbum con partituras como «El vals de Ovalle», «Recuerdos de ausencia» y «El torito chileno» y también es parte del disco Aires tradicionales y folklóricos de Chile, editado por la Universidad de Chile en 1944, en el que aparece acompañando con voz y guitarra a Las Hermanas Acuña en tres canciones.
“De los pocos registros y recuerdos que se tienen de ella, se le describe como una mujer de estampa muy chilena, que gozó ampliamente de la simpatía de su auditorio. Su voz de registro medio bien timbrada era muy entonada y potente. Por lo general cantaba un repertorio original de letra y música. Acompañada de su guitarra interpretaba valses y una tonada de corte humorístico, hilarante, con un histrionismo que le valió la simpatía y preferencia del público chileno y también argentino”, escribió Margot Loyola en 2006.
Derlinda murió a los 58 años en Linares, en 1953.