Considerada como una de las más grandes soprano verdiana de Chile, cautivando en incontables ocasiones con su voz al público del Teatro Municipal de Santiago y de diversos escenarios de Italia. Su carrera artística es reconocida por su constancia, fluidez y destacados logros internacionales.
Nacida el 10 de octubre de 1929 en la ciudad de Santiago de Chile, Nora López von Vriessen, hija de Roberto López Medina y Otilia von Vriessen Oyarzun, creció junto a cinco hermanos. Pasó gran parte de su infancia en Chiloé, Puerto Montt e Iquique. Desde pequeña, Nora mostró un gran talento e interés por la música, presentándose por primera vez a los once años en el Teatro Municipal de la Ópera de Iquique con diversos conciertos. Producto de su prematuro lanzamiento, fue invitada a cantar en la Radio Esmeralda, emisora principal del Liceo de Niñas de Iquique.
Nora se casó a los 18 años y tendría de este matrimonio dos hijas. A sus 21 años y con sus niñas, Nora se traslada a la ciudad de Santiago para poder iniciar en 1952, sus estudios de Repertorio Lírico con la famosa maestra soprano chilena Sofía del Campo. Después de dos años de intenso trabajo, la futura soprano logra ingresar al Conservatorio Nacional de Música de la Universidad de Chile, en donde se inscribe en la cátedra de Emita Ortiz, quien también sería maestra de Rayen Quitral. En paralelo a sus estudios, Nora se destacó por mantener una gran actividad como concertista en centros culturales, teatros y radio emisoras.
El año 1957, Nora fue condecorada con el premio “Voz Lírica”, en el marco del Primer Concurso de la Orquesta Filarmónica del Teatro Municipal de Santiago, lo cual le valió importantes elogios en la prensa nacional e internacional. Su presentación implicó que su carrera como soprano despegara. Fue en 1958 cuando, junto a un conjunto de música italiano, cantó “El Trovador”, por lo que fue condecorada con la Beca de Perfeccionamiento Lírico a cursarse en Roma, Italia.
Ya en el viejo continente, tiene la oportunidad de formarse con maestras como Gina Cigna y María Caniglia. En Italia recibe el apoyo del Ministerio de Turismo y Espectáculo de Italia, realizando presentaciones en distintos teatros y ciudades. Durante este período, Nora grabó óperas completas en radios italianas que, hasta el día de hoy, siguen en reproducción.
El año 1969 Nora decide regresar a Chile, donde es inmediatamente invitada a participar de la obra “Otello” de Verdi, ocupando el papel de Desdémona junto al famoso tenor chileno Ramón Vinay, lo que significó uno de los momentos claves para posicionarse como artista de renombre nacional. En 1972 Nora vuelve a viajar a Italia nuevamente, gracias al reconocimiento “Medalla de Oro”, donde se le califica como “La más pura intérprete verdiana”.
Para el año 1984, la soprano decide retirarse formalmente del mundo lírico, interpretando en su concierto final, “El Trovador”, misma obra con la que se lanzó por vez primera y que la acompañó durante toda su vida. De la mano de su propio desarrollo, Nora fue capaz de transmitir sus experiencias y conocimientos trabajando como Maestra de Canto en el Conservatorio “Isidor Handler” de Viña del Mar.
Nora López
Soprano
1929
Fuente(s):
El Minuto
.