Rebeca Godoy Romo, una de las cantantes populares más reconocidas de la resistencia a la dictadura chilena, nació el 16 de mayo de 1945.
Su inicio y salto hacia la interpretación musical se debió principalmente a las urgencias económicas que vivió durante los años setenta, donde la necesidad de poder alimentar a sus hijos la llevó a mostrar su arte de manera callejera: “(…) las primeras tocatas fueron en la Vega… pasando la gorra”, explicaba su hijo Pablo. De esta manera incipiente empieza a darse a conocer y prontamente se le vería presentándose en las distintas peñas de Santiago. De ahí en más sus presentaciones se popularizaron, actuando en La Peña Los Parra, La Fragua, El Yugo, Cantamérica; el Café del Cerro; y la Casona San Isidro. Además de los institutos Chileno-Alemán, Chileno-Francés y Chileno-Británico, para los cuales tocó tanto en sus sedes en Santiago, como en sus respectivas sedes en Valparaíso.
Esta popularidad la llevó a presentarse en el extranjero, destacando ciudades como Stuttgart, Frankfurt, Wiesbaden, Koblenz y Köln, en Alemania; Dinamarca, Luxemburgo, Bélgica, Francia, Países Bajos, Inglaterra, Suiza, Suecia, Canadá, El Salvador, Panamá y Nicaragua en 1989, país al cual fue invitada para tocar en el décimo aniversario de la Revolución Sandinista.
En Chile se registran participaciones importantes en el Festival del Huaso de Olmué, y en el Festival de la Canción de Viña del Mar, en ambas ocasiones logró obtener el galardón correspondiente a cada certamen.
Rebeca consiguió construir una gran trayectoria tanto a nivel local como a escala internacional, no obstante, su mayor legado es aquel que dejó en las personas como una mujer que luchó a través de su canto, siendo una activa denunciante de las sistemáticas violaciones a los derechos humanos cometidas durante el régimen de Pinochet.
Su preocupación por la vida política y social de Chile comenzó a la par con su carrera, durante la ajetreada década del setenta, donde la nula representatividad democrática reflejada también en un abandono por parte del Estado golpeó fuertemente, sobre todo en aquellos sectores más desposeídos. Dicha situación hizo que la cantante se comprometiera con su arte para denunciar y ser parte de una primera red de artistas que resistieron a la dictadura. A raíz de esta constante denuncia de injusticias es que a Rebeca Godoy incluso se le llega a ofrecer asilo político, pero esta se niega apelando a que debía quedarse hasta que volvieran sus compañeros.
A partir de esta decisión de dedicar su música al ejercicio de la denuncia social, Rebeca Godoy se abrió paso por actos conmemorativos, presentaciones organizadas por sindicatos de trabajadores o por la defensa de los derechos humanos. Ollas comunes, escuelas, actos solidarios, escuelas de profesionales y especialmente participaciones activas en las poblaciones, lugares que se vieron mayormente azotados por la dictadura. De estas visitas datan lugares como la población La Bandera, La Victoria, Villa Francia, La Legua, por ejemplo. Lugares en los que no solo fue a mostrar su arte como cantora, sino que también participaba de talleres organizados por las dirigencias locales, tales como iniciativas de canto, de alfabetización, lecturas de poesías, entre otras actividades instructivas.
Da cuenta también de este activismo su participación constante en la conmemoración anual que se hace por Santiago Nattino, José Manuel Parada y Manuel Guerrero, quienes fueron brutalmente asesinados en 1985.
Una vez vuelta la democracia a Chile, la labor de Rebeca Godoy no se detuvo. Se registran participaciones junto a Inti-Illimani para el año 2011, en 2012 cantó junto a otros artistas nacionales en favor del movimiento social que se dio en Aysén ese mismo año, el cual velaba por cuidar las fuentes hídricas de la zona en desmedro de proyectos que buscaban instalar hidroeléctricas. En 2013 estuvo presente también para el festival Vivas Voces, encuentro musical organizado por la Agrupación de Familiares de Detenidos Desparecidos, quienes cada año cantan en señal de protesta para que haya reparación y justicia para las miles de familias violentadas por el régimen militar. Esta presentación en vivo sería la última de la que participó Rebeca Godoy, ya que en agosto del mismo año falleció.
La cantautora nunca tuvo reparos en compartir con las generaciones jóvenes de la música nacional, ejemplo de esto es su colaboración con el rapero Subverso, como también la participación con el grupo Zumanga. Rebeca se mantuvo activa hasta sus últimos días, en 2013 editó y publicó su último álbum llamado “No me arrepiento”.