Hijas de la pianista, cantante y actriz chilena Hilda Esther García Ossandón, conocida como Cora Santa Cruz. Iniciaron su carrera musical a corta edad, siendo dirigidas en primera instancia por su madre, llegando a brillar en escenarios internacionales. Folclor, boleros y música popular hicieron brillar a mediados del siglo XX a Sonia y Myriam Von Schrebler.
Sonia y Myriam se llevaban por un año de edad e iniciaron su carrera siendo niñas. A los 10 y 11 años respectivamente, ya se habían presentado en diversos escenarios de la escena musical chilena de aquellos tiempos.
Su infancia la vivieron en Playa Ancha, Valparaíso. Fue en aquel hogar donde se iniciaron en la música. Su madre, Cora Santa Cruz, les entregó parte de sus conocimientos. Cora, había aprendido a tocar el piano por cuenta propia, pues sufría el estigma de querer ser música popular en una familia acomodada de la época. Sin embargo, gracias a sus aprendizajes, es que pudo enseñar y legar su talento a sus hijas, que se iniciaron profesionalmente en el año 1941, con una actuación en Radio Carrera. Cuenta la historia que, en aquella presentación, cantaron en un programa infantil, recibiendo como primer pago una muñeca y un coche.
En 1942 fueron contratadas por la misma radioemisora que las vio nacer, convirtiéndose en artistas estables de Radio Carrera y presentándose en diversos espacios musicales de aquel tiempo, como la tienda Gath y Chaves, el Lucerna o el reconocido Goyescas ubicado en calle Estado, en Santiago.
En sus inicios interpretaban música de compositores chilenos, como Luis Aguirre Pinto, Vicente Bianchi, Donato Román Heitman y Francisco Flores del Campo, además de extranjeros como Agustín Lara. Ese mismo año grabaron su primer éxito llamado “Linda Chilena”.
En el año 1944, siendo adolescentes aún, las hermanas realizaron su primera gira, viajando a Argentina para presentarse en radios y en vivo, contratadas por la compañía de espectáculos bonaerense Teatro Maipo y por Radio Splendid. Su madre las acompañó como pianista. Durante aquel viaje conocieron a Eva Duarte, más conocida como Eva Perón, a la actriz y cantante Libertad Lamarque y al reconocido músico Astor Piazolla.
Regresaron a Chile en 1945 y emprendieron una gira de Arica a Punta Arenas llevando consigo éxitos como «Una pena y un cariño» y el aludido «Ay, ay, ay», de Pérez Freire. Al año siguiente viajaron a Brasil, donde se asentaron durante los años 1947 y 1949: “Pasamos tres años trabajando y cantando radicados en Brasil, y estuvimos en todo el país: vivíamos en Río (de Janeiro) o en Sao Paulo, pero trabajando continuamente”, explica Myriam. En 1950, ya de vuelta en Chile, dieron una pausa al grupo, pues Sonia contrajo matrimonio.
Luego de realizar proyectos de forma personal, en 1957 volvieron a reunirse. Fue en esa época donde tuvieron su mayor actividad internacional. Actuaron en Cuba, México, Venezuela, Colombia, Perú, Argentina y Estados Unidos. Fueron contratadas por el sello discográfico RCA Víctor, donde grabaron sus grandes éxitos.
En el año 1964, el dúo se disolvió. Por una parte, Myriam viajó a España para dedicarse a la industria discográfica como ejecutiva, mientras que la otra hermana inició su carrera como solista, siendo reconocida como Sonia La Única.
Myriam falleció en España en el año 2006, mientras que Sonia falleció en nuestro país el 2018, ambas dejando un gran legado artístico tanto en sus familias como en nuestro país.