Tita Parra

Cristina Isabel Parra Cereceda, conocida popularmente como Tita Parra, nació un 21 de marzo de 1956 en Santiago de Chile. Es la hija mayor de Isabel Parra y nieta Violeta Parra, a quien considera su primera maestra. La infancia de la cantautora estuvo rodeada por el mundo de la música, desarrollando desde pequeña el canto, la guitarra, el bombo y otras percusiones, interpretando cuecas, tonadas y huaynitos.
 
A los siete años y junto a su madre Isabel, sus tíos Ángel y Carmen Luisa y su abuela Violeta, viajan a Europa, donde estuvieron tres años envueltos en conciertos, exposiciones, festivales y programas de diversos países. Allí fueron conocidos como Los Parra de Chile. En 1963, el grupo grabó su primer disco llamado “Los Parra de Chillán”.
 
A su regreso a Chile junto a su madre, Tita comienza estudios de guitarra clásica y composición, en paralelo a sus estudios escolares. Para esta época, Tita ya comenzaba a realizar combinaciones entre el folclor y el rock, con Los Beatles como principal fuente de inspiración.
 
Para entonces, su madre Isabel y su tío Ángel eran protagonistas del movimiento La Nueva Canción Chilena, siendo Tita una discípula privilegiada al crecer con tales maestros. Para tiempos de la Unidad Popular, la cantautora viaja junto a su madre a realizar presentaciones a Perú, Alemania, Venezuela y Cuba. De a poco la artista fue tomando influencias de la Nueva Trova Cubana, el Tropicalismo, el Jazz Fusión, además de las raíces latinoamericanas, tomando un camino que no podría dejar atrás.
 
Cinco meses después del Golpe de Estado en Chile, Tita, junto a su madre y su hermana, son obligadas al exilio al ser consideradas opositoras del régimen militar que se imponía por la fuerza. A partir de esto, Tita y su madre Isabel comenzaron una serie de giras y presentaciones por México, Estados Unidos y Europa, con la difusión de la crisis chilena como bandera. “Amigos tengo por cientos” (1978) y “Amor del aire” (1982), grabados en París, serían sus dos primeros discos como solista. Posteriormente, alternaría su vida entre Chile y Europa.
 
En la década de los noventa, grabó “La noche tan bella” (1993) y “Centésima del Alma” (1998), este último, cogiendo varias décimas cantadas por su abuela Violeta, las cuales musicalizó en guitarra, piano y voz. Consolidada dentro del llamado Canto Nuevo, Tita realizó trabajos con distintas figuras musicales de su generación, además de incluir a su hijo Antar y realizar la mayoría de sus presentaciones junto a su madre.
 
Junto a un grupo de instrumentistas, para el año 2001 grabó el disco “Latidos”. Posteriormente en 2008, publicó “El camino del medio”, un single que fue editado de forma independiente. Su último disco, hasta ahora, es “Yo soy la feliz Violeta”, grabado en 2018.